Madrid, 17 de diciembre de 2021.- El comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit y el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton presentaron ayer en Bruselas el Plan de Acción para la Economia Social Europea. A través de las 38 medidas concretas que recoge el plan para el horizonte temporal 2021-2030, la UE prevé aumentar la contribución de este modelo al PIB comunitario del 6%, que supone en la actualidad, al 15%.
Durante el evento de presentación, participaron también la copresidenta del Intergrupo de Economía Social en el Parlamento Europeo, Patrizia Toia; entre otras personalidades y expertos de economía social que han impulsado el plan, intervino, como único representante de las organizaciones de economía social europeas, el presidente de CEPES y de Social Economy Europe, Juan Antonio Pedreño.
Pedreño destacó la diversidad de agentes implicados en la elaboración de este plan, fruto de un trabajo que ha tenido lugar en los últimos seis años, “desde los comisarios Schmit y Breton y sus equipos, al Parlamento Europeo y el Intergrupo de Economía Social, el Comité Económico y Social Europeo o los gobiernos de los países”.
Además, afirmó que “este plan es un hito histórico que pone en valor a la economía social y a sus familias y dota a la UE de una estrategia para el desarrollo de un modelo de empresa que coincide casualmente con todos los valores que la misma UE está fomentando, entre los que se encuentran el desarrollo local, la cohesión social y la transición verde y digital.”
Tal y como defienden desde la patronal del sector en España, el plan de acción pone en valor como se debe impulsar este modelo en la sociedad -a través de una legislación, financiación, fiscalidad y contratación pública responsable, entre otras-, pero también desde una definición “muy necesaria para el conjunto de la economía social: común, comprensiva, inclusiva, clara, que respeta al resto de las familias y que no crea tensión ni discrepancias”.
Así, El presidente de CEPES puso el foco en la importancia de “sumar desde nuestras organizaciones y que cada país ponga en marcha una estrategia de economía social en cada uno de ellos” e insistió en que “crear un ecosistema europeo de economía social solo se puede conseguir desde tres prismas: el conjunto, el apoyo de los países y la influencia de las organizaciones de economía social”.
TRES GRANDES ÁREAS, 38 MEDIDAS
La política de este plan incluye 38 acciones concretas que se implementarán en los próximos nueve años, en áreas clave como ayudas estatales, marcos legales y políticos, contratación pública socialmente responsable y acceso a los mercados, promoción de la Economía Social a nivel local, regional e internacional; apoyo a las empresas, capacidades, emprendimiento juvenil, acceso a la financiación europea; contribución de la Economía Social a las transiciones verde y digital, innovación social y reconocimiento, entre otras.
Estas acciones se enmarcan dentro de tres grandes prioridades que establece el plan: generar políticas y marcos estratégicos favorables al impulso de la economía social; incrementar las oportunidades para el crecimiento de estas entidades; y asegurar el reconocimiento y visibilidad del modelo.
Desde la patronal del sector aseguran que la Comisión Europea ha tenido en cuenta el grueso de propuestas que le ha hecho CEPES junto a Social Economy Europe y destacan algunas medidas como la creación de una definición “clara e inclusiva” de la Economía Social en Europa, la creación de un Consejo de Recomendaciones sobre el desarrollo de las condiciones marcos de la economía social en 2023, la mejora del acceso a las ayudas de los diferentes países o la creación un Centro Europeo de Competencias.
Además, se creará un nuevo portal único de la economía social de la UE en 2023, se organizarán cursos de formación para funcionarios públicos sobre diversos temas de relevancia para la economía social; y se promoverá la economía social a nivel regional y local mediante el fomento de los intercambios transfronterizos, entre otras acciones.
“Si bien este plan es sin duda un buen inicio porque permite a la economía social competir en igualdad de condiciones con las empresas tradicionales, tanto a nivel fiscal, como de derecho de sociedades o en lo que respecta al acceso a financiación; hay algunos aspectos que echamos en falta, como la concreción de una cifra de inversión en economía social para este periodo, ya que lo único que concreta el plan es que la Comisión Europea se marca como objetivo para el periodo 2021-2027 aumentar la cifra de 2.500 millones de euros que destinó a este modelo empresarial en el periodo 2014-2020”, explica Pedreño.
APOYO POR PARTE DE LAS INSTITUCIONES
Por su parte, el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, explicó, durante su intervención en el acto, que “este plan nos ofrece distintas ideas y nos invita a actuar. Tenemos que asegurarnos de que se transforma en acciones concretas, ya que solo podremos continuar con él si traducimos las ideas en acciones”.
Por otro lado, el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, apuntó que “tenemos que crear un ecosistema de economía social y, una vez creado, tenemos que formar parte del mismo” y puso en valor el papel que jugó la economía social durante los tiempos más duros de la pandemia, suministrando materiales a los sanitarios y a la población cuando más lo necesitaban, demostrando también su capacidad de resiliencia.
“Este plan es moderno. Nuestros valores europeos nos dan oportunidades fantásticas y, cada vez más, las nuevas generaciones pueden formar parte de un propósito y de nuestro proyecto europeo. También es moderno por llevar intrínsecos la resiliencia y la economía circular”. Asimismo, insistió en que la economía social va a desempeñar un papel importante tanto en el Pacto Verde como en las Transiciones Digital y Social.
Ambos comisarios coincidieron en señalar que “las entidades y empresas de la economía social deberían tener menos dificultades para acceder a la financiación”.
El periodista del Financial Times, Martin Sandbu, señaló que las empresas de economía social “son laboratorios de cómo llevar a cabo actividades económicas” y puso como ejemplo lo que logra la economía social en los terrenos de la inclusión social en el mercado laboral y en la economía local, “ambas igualmente necesarias en Europa”.
Por otro lado, quiso señalar que “los gobiernos no están haciendo uso de todos los medios necesarios para canalizar los fondos públicos para implementar la economía social, y es muy positivo que la Comisión Europea lo haya detectado y ponga las herramientas adecuadas para cambiarlo”.
Por último, Sandbu destacó "que hay que dejar claro que la economía social está en el ADN de Europa, no es un modelo al margen de la economía”.
Por su parte, el economista Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz, afirmó: “no nos queda mucho tiempo en este planeta, apenas una década, somos una de las especies con más riesgo del planeta, por lo que debemos dirigir nuestras capacidades para ir en otra dirección, llegar a otro mundo y llegar a las emisiones cero. No solo al cero calentamiento global, sino cero emisiones contaminantes en otros aspectos que nos ayuden a garantizar una calidad de vida decente. Tenemos que cambiar la economía para equilibrar la riqueza, y la economía social nos proporciona todo esto”.
Por último, copresidenta del Intergrupo de Economía Social en el Parlamento Europeo, Patrizia Toia puso el foco en que “los planes nacionales de los distintos países europeos elaborados con los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia abren las puertas a la entrada de la economía social con un papel destacado en la reconstrucción de la economía, de la sanidad y de la sociedad”. “Si el Consejo se pronuncia podemos empezar a aplicar este plan a toda velocidad”, concluyó.
Más información sobre el Plan facilitada por la Comisión Europea aquí.